Indecisa, optimista y disfrutona

Hoy es 6 de noviembre. Quedan 55 días para finalizar el año. Como buena indecisa que soy, agradezo, y mucho, que a veces las circunstancias me obliguen o me faciliten resolver entre varias opciones. Hablo de ese momento en el que no terminas de decidirte entre las cocochas de merluza al horno sobre espuma de patata y el solomillo de buey a la plancha con puré de castañas y llega el camarero y te anuncia que, sintiéndolo mucho, se han terminado las cocochas o ese otro en que no terminas de ver claro si prefieres en el puente darle alegría al cuerpo y retirarte a un paraje a no mover ni un músculo o alimentar el alma entregándote al turismo cultural, y llega una pandemia, con su estado de alarma, su confinamiento perimetral y su toque de queda correspondinetes, y te pone en tu sitio, que no es otro que tu casa. Arreglado, se acabó la indecisión. En fin, como buena optimista que soy, agradezco, y mucho, ver siempre, o casi siempre, el lado bueno de las cosas. Y como buena disfrutona que soy, agradezco, y mucho, que hoy sea viernes.