¡Qué alivio!

Es 21 de septiembre. Quedan 101 días para que finalice el año. Profesionales de la psicología y de la psiquiatría recomiendan desahogarse para canalizar sentimientos y pensamientos que, de quedarnos dentro, pueden ocasionarnos graves trastornos. Frenar emociones intensas, como la ira, acumula en nuestro interior una energía negativa altamente peligrosa para nuestro bienestar no solo psicológico, también físico: ansiedad, alteraciones del sistema nervioso pero también úlceras, trastornos intestinales, dificultad respiratoria o enfermedades cardiovasculares pueden ser el resultado de tratar de oprimir estos sentimientos. Así, a pesar de haber conseguido controlar en un primer momento la necesidad y el impulso de soltar por mi boca todo tipo de improperios y maldiciones, pensando que eso de ver, oír y callar sería lo mejor para mi equilibrio y mi salud, lo cierto es que ni puedo ni quiero reprimir la pesada carga emocional que llevo por dentro desde el pasado martes. Dicho esto, allá va: la declaración del señor José María Aznar en la comisión de investigación en el Congreso sobre la financiación del Partido Popular me pareció vergonzosa, despreciable, infame, humillante, indigna, repulsiva, miserable, indecente, bochornosa, repugnante, lamentable, chulesca, inmoral, patética, insolente, rastrera, detestable, escandalosa, cínica, asquerosa, irresponsable, ignominiosa… Lo siento, pensé que me lo iba a poder guardar para mí, pero no. Además, no quería yo empezar el fin de semana con semejante desazón y zozobra dentro. Ufff. ¡Qué alivio! ¡Qué catarsis! ¡Qué liberación! Mucho mejor, dónde va a parar. ¡Feliz viernes!