ViernesTour

Es 27 de septiembre, cuando pasen 95 días habrá terminado el año. Hoy por ser el Día Mundial del Turismo, propongo una visita guiada por el viernes en grupos reducidos para poder aprovecharla al máximo.Es gratuita y se realizará en castellano. “Buenos días, acérquense, por favor, que vamos a comenzar. Bienvenidos y bienvenidas a ViernesTour, mi nombre es Yolanda y voy a ser su guía durante el recorrido. No duden en preguntarme dudas o comentar todo aquello que consideren de interés para el grupo. Pueden tomar fotos, utilizar flash, y realizar vídeos. Dejo a su consideración el uso de teléfonos móviles atendiendo a las normas de la buena educación y la convivencia. Pues bien, tienen ante ustedes a un auténtico y genuino viernes, uno de los días, ya sea festivo o laborable, más venerados, adorados, queridos y esperados. El viernes es el quinto día de la semana según el calendario gregoriano y sexto para las culturas que consideran que la semana comienza el domingo. Como ustedes mismos habrán podido comprobar en multitud de ocasiones, siempre encontramos al viernes entre el jueves y el sábado y consta, como el resto, de 24 maravillosas horas con todos sus minutos, sus segundos e incluso sus nanosegundos correspondientes. Su nombre, convenientemente elegido, proviene del latín y significa "día de Venus", diosa de la belleza y el amor en la mitología romana. Si me siguen por aquí observarán que podemos dividir el viernes en tres franjas horarias: la primera sería de 6 a 15 horas, aproximadamente, caracterizada, a pesar del madrugón y de desarrollarse normalmente en horario laboral, por la ilusión, el optimismo, la expectación, el deseo y las ganas de comenzar a disfrutar de la que es la segunda fase y una de las más ansiadas, la que va desde las 15 hasta las 20 horas. Este es el periodo que coincide con la salida del trabajo y, por tanto, con el comienzo del fin de semana, y suele arrancar con lo que los expertos llaman "el aperitivo," ya sea a base de cañas, vinos, vermuts y demás, acompañado por sus tradicionales boquerones en vinagre, aceitunas, pincho de tortilla y otras exquisiteces. Los puristas aconsejan que se realice de pie, con el vaso o la copa en la mano y, a poder ser, acodados en la barra del bar. Esta actividad ofrece algunas variantes dignas de mención y que han sido convenientemente documentadas gracias a la tradición oral. Una de ellas consiste en alargar el piscolabis, a base de rondas y conversaciones, hasta el comienzo de la tercera fase, incluso llegando a solaparse ambas, es lo que los teóricos en la materia llaman "el empalme". Otros estudios hablan de interrumpir el refrigerio para proceder a la comida con mesa y mantel, con primero, segundo, postre y sobremesa con charla y chupito hasta llegar, con breve descanso optativo, a eso de las 20,00, hora en la que ya podemos empezar a hablar de la tercera y última etapa: la cena, formal o informal, y las actividades culturales, tales como el cine o el teatro, y otras de ocio y tiempo libre o sofá. Llegadas las 24,00 horas, el viernes, como si de un hechizo se tratara, desaparece de nuestras vidas, no sin dejarnos caer que otro nuevo llegará así que pasen el sábado, el domingo, el lunes, el martes, el miércoles y el jueves. Ha habido, hay y habrá viernes con un lugar propio en la Historia y algunos que se han hecho famosos por diversas circunstancias como los Viernes 13, los Viernes de Dolores, los Viernes Santos, y muchos otros que sin ser tan conocidos públicamente merecen un reccuerdo muy especial en nuestras experiencias vitales. Y así llegamos al final de este breve recorrido por uno de los días más legendarios de la semana. Este es el viernes y así se lo hemos contado. Gracias por su atención y esperamos que hayan disfrutado de la visita”. Pues, ¡hala! ahora a disfrutar del viernes.

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