Haylas

Es 5 de diciembre, cuando pasen 26 días habrá terminado el año. Abogadas y alfareras, barrenderas y bibliotecarias, camareras y capitanas, diplomáticas y diseñadoras, empresarias y encargadas, fruteras y funcionarias, ginecólogas y guardesas, hilanderas y hoteleras, ingenieras e inventoras, jardineras y juezas, libreras y lecheras, maestras y ministras, notarias y niñeras, obradoras y ovejeras, panaderas y psicólogas, químicas y quiosqueras, repartidoras y relojeras, secretarias y soldadoras, tutoras y trapecistas, viticultoras y vicealcaldesas, zapateras y zoólogas… Todas están hoy, todas estamos hoy, de celebración porque hace 89 años que la Real Academia Española aprobó el uso de los sustantivos femeninos de profesiones y cargos. Bueno, todas menos las brujas, suponiendo que la brujería sea una profesión, porque hoy también se cumplen 535 años de que el papa Inocencio VIII publicara su famosa bula Summis desiderantes affectibus por la que se ordena a la Inquisición “perseguir a las brujas en el mundo conocido”. Lo que no aclara Inocencio es si se refiere solo y exclusivamente a hechiceras, magas y nigromantes o también incluye a arpías, víboras y malas pécoras porque, pasa como con las meigas, que haberlas, también haylas.