Un puño

Hoy es 6 de noviembre, en apenas 55 días habrá terminado el año. ¿Base científica?, ninguna. ¿Validez psicológica?, cero, pero da igual: circulan estudios que aseguran que la forma en la que cierras el puño puede definir tu personalidad. Hay tres opciones: una, colocas el pulgar sobre tu dedo índice. En ese caso eres una persona sensible, soñadora, solidaria, entusiasta, curiosa y amable aunque insegura e ingenua. Dos, cruzas el pulgar por encima del resto de dedos. Se trata de personas extrovertidas, talentosas y seguras pero obstinadas, testarudas y con miedo al fracaso. Y tres, cierras el puño con el pulgar dentro. Hablamos de personas creativas, emocionales y prácticas a la vez, sensibles, empáticas a las que nos les gusta hablar demasiado. Y, aunque dichas investigaciones ni lo nombran, están las personas tacañas, avaras, rácanas, poco espléndidas y poco dadas a compartir o a dar, y que da igual cómo pongan o cómo crucen los dedos, son las pertenecientes a la llamada Cofradía del Puño Cerrado.