Vergüenza

Hoy es 24 de noviembre, en apenas 37 días habrá terminado el año. Mañana, un año más, tenemos que volver a conmemorar el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Y lo tenemos que hacer porque 1.118 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en nuestro país desde el 1 de enero de 2003 hasta el día de hoy. En este 2021, ya son 37 las mujeres a las que les han arrancado la vida. Además, 24 menores han quedado huérfanos y dos han sido asesinados por sus padres. Más allá de nuestra conciencia y nuestro compromiso individuales, como sociedad, deberíamos sentir vergüenza, indignación y repulsa. Pero no, no solo hemos llegado a normalizar la violencia de género, sino que hemos dado un paso más hacia la indecencia social metiendo en nuestras instituciones democráticas a quienes la niegan y a quienes condenan y culpabilizan a las víctimas. Una sociedad que ignora los Derechos Humanos, una sociedad silenciosa ante la injusticia, una sociedad que al callar otorga, una sociedad irresponsable democráticamente hablando, una sociedad que tolera lo inaceptable y una sociedad que se cruza de brazos, hace oídos sordos y cierra los ojos ante la violencia machista es una sociedad enferma. Lo dicho, se nos tenía que caer la cara de vergüenza.