Pese a todo

Es 8 de junio. Dentro de 206 días terminará el año. Pido perdón de antemano porque sé que no es la mejor forma de empezar el día pero es que hoy hace 68 años que George Orwell publicó su famosa novela 1984 y quería dejaros un par de fragmentos. Allá va el primero: “¿Empiezas a ver qué clase de mundo estamos creando? Es lo contrario, exactamente lo contrario de esas estupideces utópicas hedonistas que imaginaron los antiguos reformadores. Un mundo de miedo, de ración y de tormento, un mundo de pisotear y ser pisoteado, un mundo que se hará cada día más despiadado. El progreso de nuestro mundo será la consecución de más dolor. Las antiguas civilizaciones sostenían basarse en el amor o en la justicia. La nuestra se funda en el odio. En nuestro mundo no habrá más emociones que el miedo, la rabia, el triunfo y el autorrebajamiento, todo lo demás lo destruiremos, todo”. Y éste es el segundo: “No habrá risa, excepto la risa triunfal cuando se derrota a un enemigo. No habrá arte, ni literatura, ni ciencia. Cuando seamos omnipotentes no necesitaremos más ciencia. No habrá ya distinción entre la belleza y la fealdad. Todos los placeres serán destruidos. Pero siempre, no lo olvides, siempre habrá el afán de poder, la sed de dominio, que aumentará constantemente y se hará cada vez más sutil. Siempre existirá la emoción de la victoria, la sensación de pisotear a un enemigo indefenso. Si quieres hacerte una idea de cómo será el futuro, figúrate una bota aplastando un rostro humano... incesantemente». Son sólo dos pero hay muchos más que igualmente ponen los pelos de punta por lo certera que ha resultado ser la ficción y por lo cruel que está resultando ser la realidad. Pero todo el mundo tranquilo, no seré yo quien os amargue este precioso y sugestivo jueves primaveral y como dijo Charles Dickens, que por cierto murió tal que mañana pero de hace 147 años, “no existe nada en el mundo tan irresistiblemente contagioso como la risa y el buen humor”. Pese a todo, añado yo.