Hay vida más allá

Es 12 de septiembre. Dentro de 110 días terminará el año. “Macron afronta la primera huelga general contra su reforma”. “El bloque conservador vuelve a ganar en Noruega”. “El Parlamento británico comienza a desmontar la legislación europea”. “Trump se acerca a los demócratas para tratar de enderezar su presidencia”. “Catalá defiende el compromiso del PP en la lucha contra la corrupción y apuesta por una justicia cercana”. ¡Menos mal! A ver, no es que me alegre de que los franceses hayan tenido que salir a la calle contra una reforma que perjudica los derechos de los trabajadores, no. Ni que celebre que los conservadores hayan conseguido mayoría absoluta en el país escandinavo, ni mucho menos. Ni que vea bien que May haya sacado adelante la ley que deroga el acta de adhesión de Reino Unido a la Unión Europa, para nada, siempre he sido contraria al Brexit. Ni me fío de que Trump se acerque a nadie, sea a quien sea. Y, por supuesto, me irrita como a la que más que el ministro en cuestión y el gobierno en general nos sigan tomando por estúpidos. Lo que pasa es que, desde hace ya un tiempo, tenía yo una zozobra, un desasosiego y el susto metido en el cuerpo y me ha aliviado comprobar que, a pesar de que el mundo sigue siendo un desastre y un sinsentido, hay vida más allá de Catalunya.