El síndrome

Hoy es 24 de junio, en apenas 190 días habrá terminado el año. Con el fin de la mascarilla en exteriores, llega lo que los expertos llaman el "síndrome de la cara vacía". Se trata de un proceso de adaptación que puede llegar a provocar nerviosismo, dolores, inquietud o sudoración y que responde a volver a vernos las caras y a perder la frontera invisible que nos ha protegido no solo de virus y bacterias, también de gestos, muecas y facciones. En fin, veremos. Lo que no sé es qué opinarán los expertos del "síndrome de la cara dura", también conocido como "síndrome de la jeta de piedra". Nada mejor para explicarlo que un ejemplo. Javier Maroto, del Partido Popular, fue entre 2011 y 2015 alcalde de Vitoria y desde 2016 a 2019 diputado en el Congreso por Álava. Por aquel entonces decía aquello de "me presento a las elecciones por mi tierra, siempre por mi tierra. Siempre por Vitoria y Álava". Las elecciones generales de abril de 2019 le dejaron fuera del Parlamento por lo que se empadronó en menos que canta un vasco en Sotosalbos para poder ser designado senador por las Cortes de Castilla y León. Vamos, que está donde está sin que nadie le haya votado y sin saber prácticamente ni colocar en el mapa este municipio segoviano. Se conoce que igual que los de Bilbao nacen donde les da la gana, los de Vitoria son senadores por donde les sale del RH. Pues bien, dice este señor que "el presidente del Gobierno con tal de mantenerse en la Moncloa es capaz de cualquier cosa". Queda claro, ¿no? Seguro que con esto habéis entendido perfectamente en qué consiste el "síndrome de la cara dura" que, como vemos, viene de mucho antes de la pandemia.