Arigato

Hoy es 26 de octubre, en apenas 66 días habrá terminado el año. Desde bien pequeñita me enseñaron que hay que mirar a las personas cuando te hablan. No hacerlo siempre ha sido considerado muestra de mala educación, de desinterés o de falta de respeto. Pues bien, ¿os habéis fijado en que Isabel Díaz Ayuso, la, por incomprensible que parezca, presidenta de la Comunidad de Madrid, nunca mira a la cara? No digo yo que sea una maleducada, una insolente y una grosera, la Virgen de la Almudena me libre, solo digo que siempre anda rehuyendo el contacto visual, siempre con la cabeza torcida o el rostro cabizbajo, siempre con la mirada perdida, dispersa, distraída, siempre divagando, siempre escribiendo o haciendo que escribe mientras alguien intenta interactuar con ella, siempre mirando hacia otro lado, siempre esquiva, huidiza. Un estudio de la Universidad de Kioto demostró hace ya unos años que hay personas que tienen una clara dificultad para mantener una conversación mientras mantienen el contacto visual de manera mantenida, personas con serias limitaciones cognoscitivas, sociocognitivas, emocionales y comunicativas que no pueden pensar las palabras correctas que van a decir y centrarse en una cara al mismo tiempo. En definitiva, personas, que como se suele decir, no son capaces de hacer dos cosas a la vez, en este caso porque, según parece, en ambas acciones se emplean los mismos recursos mentales. Ya nos vale, han tenido que venir los nipones desde el mismísimo Imperio del Sol Naciente a explicarnos por qué Isabel Díaz Ayuso siempre parece como ida. Arigato.

Comentarios

Entradas populares