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Antes de ayer
Hoy es 24 de septiembre, faltan 98 días para que termine el año y ya han pasado 267 desde que comenzó. Por motivos que no vienen al caso, Paula hace tiempo que decidió tomarse la vida con tranquilidad. Hace tiempo que sólo se preocupa por lo que verdaderamente importa. Antes de ayer, como cada día, salió de casa a eso de las 8 de la mañana. Desde el portal, con las llaves en la mano, miró a derecha y a izquierda, buscó calle arriba y buscó calle abajo. Intentó hacer memoria una y otra vez. Nada, ni rastro de su Renault Clio rojo cereza, gasolina, 120 caballos, caja de cambios automática de doble embrague, cinco puertas, silencioso y de agradable conducción. Efectivamente, todo apuntaba a que se lo habían robado. Cerró los ojos, suspiró, se encogió de hombros y pensó: “vaya, creí que lo del Día sin coches iba a ser otra cosa”. Guardó las llaves en el bolso y se fue andando camino del autobús.
Hoy es 24 de septiembre, faltan 98 días para que termine el año y ya han pasado 267 desde que comenzó. Por motivos que no vienen al caso, Paula hace tiempo que decidió tomarse la vida con tranquilidad. Hace tiempo que sólo se preocupa por lo que verdaderamente importa. Antes de ayer, como cada día, salió de casa a eso de las 8 de la mañana. Desde el portal, con las llaves en la mano, miró a derecha y a izquierda, buscó calle arriba y buscó calle abajo. Intentó hacer memoria una y otra vez. Nada, ni rastro de su Renault Clio rojo cereza, gasolina, 120 caballos, caja de cambios automática de doble embrague, cinco puertas, silencioso y de agradable conducción. Efectivamente, todo apuntaba a que se lo habían robado. Cerró los ojos, suspiró, se encogió de hombros y pensó: “vaya, creí que lo del Día sin coches iba a ser otra cosa”. Guardó las llaves en el bolso y se fue andando camino del autobús.
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