Yo, pecadora

Hoy es 21 de septiembre, faltan 101 días para que termine el año y ya han pasado 264 desde que comenzó. Hoy inauguro la I Semana Pecadora. Ya que son siete, he decidido cometer un pecado capital al día. Hoy lunes, está claro, he empezado con la pereza, de hecho, con mucha pereza. Mañana martes se lo dedicaré a la soberbia, no es por echarme flores pero éste me va a costar más ya que no soy yo ni altiva ni vanidosa, soy más bien encantadora, fascinante, cautivadora, adorable... El miércoles lo he reservado para la ira porque dicen que es un día molesto en el sentido de que ya se van gastando las pilas cargadas durante el fin de semana y sin embargo parece que queda lejos el próximo descanso. El jueves es clarísimamente para la envida, creo recordar que es cuando sale el sorteo del súper bote de La Primitiva, no os digo más. El viernes es día, entre otras cosas, de gula, de ese apetito incontrolado e incontrolable con el que nos lanzamos al aperitivo de boquerones en vinagre con patatas fritas y cañas. El sábado lo dedicaré a la lujuria, y hasta ahí puedo leer. Y el domingo será para la avaricia, pienso recrearme en ese afán de poseer muchas riquezas por el solo placer de atesorarlas sin compartirlas con nadie, que lo sepáis. En fin, que de ésta me condeno fijo, a no ser que la semana que viene celebre la I Semana Virtuosa, ya sabéis: diligencia, humildad, paciencia, caridad, templanza, castidad y generosidad. Paso, me voy derecha al infierno.