Día de gatos

Hoy es 20 de febrero, es el quincuagésimo primer día del año y quedan 315 para que termine. Éramos pocos, muy pocos, lo que se dice cuatro gatos. Hacía frío y nos costó abrir el antiguo portalón de madera, ya se sabe, gato con guantes no caza. Aunque es cierto eso de que de noche todos los gatos son pardos, descubrimos el pastel nada más entrar. Todos sospechamos que había gato encerrado y que querían darnos gato por liebre. Desde que llegamos estaban jugando con nosotros al ratón y al gato y, finalmente, resultaba evidente que alguien se llevaría el gato al agua. De repente se hizo el silencio, ni un murmullo, nada, como si nos hubiera comido la lengua el gato. Estaba claro que, aunque nos lleváramos como el perro y el gato, teníamos que trabajar en equipo, algo teníamos que hacer; alguien tenía que atreverse a ponerle el cascabel al gato. No pretendíamos buscarle tres pies al gato pero necesitábamos saber la verdad; necesitábamos averiguar si era cierto que cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta. Intentamos defendernos como gato panza arriba pero fue inútil. Sin apenas darnos cuenta, la curiosidad había matado al gato. Menos mal que siete vidas tiene un gato. Aunque no hay reconocimiento oficial, mininos de todo el mundo celebran hoy su Día Internacional. Y se nota. Ha salido el sol y han subido las temperaturas. Hoy no hace un día de perros. Pues nada, ¡¡¡Miauuuu!!!