El terraplanismo y las neuronas

Hoy es 27 de febrero. Si no fuera bisiesto, quedarían 307 días para finalizar el año, pero como lo es, quedan 308. Un señor llamado Mike Hughes falleció el pasado sábado al lanzarse en un cohete con el que pretendía probar empíricamente que la Tierra es plana. Esto del funcionamiento de las células neuronales siempre me ha parecido impresionante, sensacional, y reconozco que no acierto a explicar qué mecanismo ha activado mi cerebro para terminar relacionando a este aventurero terraplanista con la presidenta popular de la Comunidad de Madrid. El caso es que ha sido leer la noticia e imaginarme a Isabel Díaz Ayuso esnifando un tubo de escape en plena emisión de dióxido de carbono, hidrocarburos no quemados, óxido de nitrógeno y de azufe, anhídrido carbónico y demás gases para demostrar en sus propias carnes morenas que la contaminación no mata. Espero, por su bien, que no trate de dejar constancia de eso que dijo de que "la muerte no es digna, es muerte". Lo que os decía, el fascinante mundo de las neuronas, sus funciones y sus disfunciones.