¡Mucho cuidado!

Es 5 de julio. Dentro de 179 días terminará el año. Corría el año 1518 en Estrasburgo, amaneció el 5 de julio y una tal Frau Troffea comenzó a bailar como si no hubiera un mañana. Pero sí lo hubo y siguió danzando un día y otro día y se le fue uniendo gente a lo largo de la semana y al cabo de un mes ya eran más de 400 personas bailando de forma compulsiva, espasmódica y enfermiza. De hecho, muchas murieron por ataques al corazón, derrames o agotamiento. Este episodio, real como la vida misma, se conoce como la epidemia del baile de 1518 y fue uno de los primeros casos de coreomanía de la historia. Os cuento esto a modo de advertencia de cara a las fiestas estivales, con sus verbenas, sus chiringuitos y sus canciones del verano. Así que, ya sabéis, a bailar pero con calma y despacito, despacito… “Despacito, quiero respirar tu cuello despacito, deja que te diga cosas al oído para que te acuerdes si no estás conmigo. Quiero ver bailar tu pelo, quiero ser tu ritmo…”. Perdón, lo que os decía, mucho cuidado.