Palabras, palabras y palabras

Es 23 de enero. Quedan 342 días para que finalice el año. Oigo las palabras de ayer de Gregorio Serrano, director general de Tráfico, asegurando que “hay cosas que uno no puede hacer si ha tomado dos copas de más, como conducir o escribir en redes sociales” y no puedo evitar que me vengan a la mente las palabras de José María Aznar, el que fuera presidente del Gobierno de España pero que en ese momento ya había dejado de serlo, allá por 2007, cuando, a raíz de una campaña de la Dirección General de Tráfico sobre el peligro de mezclar coche y alcohol, dijo en Valladolid al recibir la Medalla de Oro de la Academia del Vino de Castilla y León, eso de “las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber, déjame que las beba tranquilamente; no pongo en riesgo a nadie ni hago daño a los demás”. Y oigo de nuevo a José María Aznar, asesor internacional del despacho de abogados Latham & Watkins desde el pasado 10 de enero, y no puedo evitar que me vengan a la mente las palabras de  Miguel de Cervantes, allá por 1580, cuando dijo eso de “quien necio es en su villa, necio es en Castilla”.