Respira

Es 31 de enero, cuando pasen 334 días habrá terminado el año. Por mucho que diga Mao Zedong, dirigente comunista y fundador de la República Popular China, que “Vivir no consiste en respirar sino en obrar”, respirar, que nadie se engañe, es importante, muy importante. Lo reconoce hasta la famosa escritora de Cumbres Borrascosas, Emily Brontë: “¡A cada momento necesito recordarme a mí mismo que he de respirar, que ha de seguir palpitándome el corazón...!”. Incluso, como defiende el filósofo y novelista español George Santaya en su obra El sentido de la belleza, puede ser algo más que una necesidad: “Sería curioso y tal vez sorprendente descubrir cuánto influye el placer de respirar en nuestros ideales más elevados y trascendentales”. Y como dice Andrea Boydston, que no tengo ni idea de quién es, “si te has despertado respirando, ¡felicidades! Tienes ante ti una nueva oportunidad". Así que, ya sabes, atrae aire a los pulmones, extráele todo el oxígeno y expúlsalo. Respira.