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Lo han vuelto a hacer
Es 26 de marzo. Dentro de 280 días terminará el año. Con nocturnidad, premeditación y alevosía. Así ha sido, de noche, planificado al detalle y a traición, circunstancias todas ellas, por cierto, agravantes de responsabilidad. Lo han vuelto a hacer, han entrado mientras dormíamos, a hurtadillas y nos han robado, sin que apenas nos diéramos cuenta, la hora que nos regalaron ese domingo 30 de octubre del pasado año. De nada nos ha servido implorar a Santa Rita para que no nos quitaran lo que nos dieron. Si es que, al final, va a ser cierto eso de que no te puedes fiar de nadie y que nadie regala nada.
Es 26 de marzo. Dentro de 280 días terminará el año. Con nocturnidad, premeditación y alevosía. Así ha sido, de noche, planificado al detalle y a traición, circunstancias todas ellas, por cierto, agravantes de responsabilidad. Lo han vuelto a hacer, han entrado mientras dormíamos, a hurtadillas y nos han robado, sin que apenas nos diéramos cuenta, la hora que nos regalaron ese domingo 30 de octubre del pasado año. De nada nos ha servido implorar a Santa Rita para que no nos quitaran lo que nos dieron. Si es que, al final, va a ser cierto eso de que no te puedes fiar de nadie y que nadie regala nada.
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