Sin ella y gracias a ella

Es 15 de marzo, cuando pasen 291 días habrá terminado el año. Sin ella no existe la vida, ni la verdad, ni la victoria. Gracias a ella tenemos valor y vergüenza. Sin ella no tendríamos versos ni verbos. Gracias a ella podemos volar. Sin ella no podríamos votar. Sí, gracias a ella tenemos voz y tenemos voto. Sin ella no hay voluntad. Gracias a ella tenemos ventanas para que entre el viento. Sin ella ni viñas ni vides ni vino. Gracias a ella la vida da muchas vueltas. Sin ella no hay violeta, ni verde que te quiero verde, ni verde hoja ni verde rama. Gracias a ella vagueamos y nos vanagloriamos de ello. Sin ella podríamos bailar polkas pero jamás valses vieneses. Por ella tenemos veranos e incluso primaveras. Sin ella podrías irte pero no volver. Y, sobre todo, gracias a ella, la uve, existen los viernes.