Y un pimiento

Es 2 de noviembre, cuando pasen 59 días habrá terminado el año. En el siglo XVII se puso de moda la pintura de bodegones y naturalezas muertas y los artistas se afanaban en lograr la perfección a la hora de reproducir granadas, limones y otras frutas, verduras y hortalizas cuya superficie fuera un reto para demostrar la pericia de su técnica. Sin embargo, parece ser que el pimiento debido a su textura tersa, brillante y monocromática no ofrecía ningún estímulo para los pintores de la época y pocos lo incluían en sus obras. De ahí la expresión "me importa un pimiento" que hoy seguimos utilizando como queriendo decir que algo nos da completamente igual. Yo hoy quiero salir en su defensa, y que conste que no tiene nada que ver con que sea el Día Mundial del Veganismo. Lo hago porque es fuente de potasio, hierro, magnesio y fósforo, porque tiene vitamina C, vitamina A, B1, B2, B6 y vitamina E, porque es antiácido, tiene acción antiinflamatoria y estimulante de la producción de jugos gástricos y regulador del tránsito intestinal... Y lo hago por esos pimientos del piquillo, esos pimientos de Padrón, esa ensalada de ventresca con pimientos asados, esa crema fría de pimientos, esos pimientos rellenos de bacalao, esa tosta de pimientos con anchoa... ¡Cómo van a importar un pimiento los pimientos!